Veinticuatro países se han dado cita en España para competir en el Mundial de Baloncesto 2014. Si hay algo que tienen en común los 288 deportistas convocados y por lo que son fácilmente reconocibles en su gran estatura. La talla media de estos “gigantes” se sitúa en 199 cm con un más menos de 9 cm. Recordemos que el aro de la canasta se encuentra a 3.05 m por lo que es claro que biomecánicamente hay una serie de ventajas para el que alcance una mayor talla.
La estatura junto con el peso, es uno de los indicadores principales del tamaño corporal. El crecimiento longitudinal es un proceso biológico multifactorial complejo mediante el cual la persona llega a la talla final o estatura adulta. Esto, en varones, ocurre normalmente a los 18-21 años, con la fusión de las líneas metafisio-epifisarias. En el proceso intervienen factores determinantes (genes), factores permisivos (dieta, oxígeno, afecto, clima), factores reguladores (hormonas) y factores realizadores (cartílago de crecimiento). La talla se ha considerado “como el espejo del nivel de vida de una determinada sociedad”, siendo un parámetro válido para medir el bienestar de las poblaciones históricas.
Los deportistas tienen una talla media más alta en comparación con la población general, siendo fundamentalmente debido a una mayor longitud de sus miembros inferiores. Un tronco proporcionalmente corto con extremidades largas proporcionará mayor capacidad de salto. El jugador de baloncesto se caracteriza por una relación entre el segmento inferior y superior por encima de la media. Por otro lado, una gran estatura se acompaña también de una gran envergadura, ya que esta suele superar a la estatura en unos 4 cm en varones caucásicos, pudiendo llegar a más de 10 cm de diferencia en los de raza negra.
La talla media del varón español adulto (19-24 años) se encuentra actualmente en 177,3 cm (Carrascosa, 2008*), y si es deportista en 179,5 cm, pero si su deporte es el de baloncesto llegará a 196 cm. Es decir, el jugador de baloncesto esta muy por encima de los valores “normales” que se dan dentro de la población general, debiendo en ocasiones descartar patologías que se acompañan de talla anormalmente alta.
En este Mundial el jugador más alto es un pívot iraní con una talla de 218 cm y el más bajo un base de Filipinas con 170 cm. El baloncesto al ser un deporte de equipo hace que cada jugador pueda tener diferentes roles que hacen que sus características tanto físicas como técnicas puedan diferir, una de estas características es la talla. Los bases y escoltas, han dado una talla media de 190,4 cm, con un rango entre 170-204 cm. Los aleros, una media de 201 cm, con un rango de 189 – 213 cm. Los ala-pívot una media de 205 cm y un rango de 198 – 215 cm. Y por último los pívot, alcanzan una media de 210 cm, con un rango entre 200-218 cm. Consejo: si no mides 2 m mejor no te pongas bajo el aro. Si formáramos un quinteto con los más altos de cada puesto este estaría integrado por un griego, un egipcio, un australiano, un español y un iraní con una talla media de 210 cm.
Las selecciones más altas con 204 cm de media fueron las de Serbia y Grecia, seguidas de Croacia, 203 cm; Lituania y Senegal con 202 cm; Turquía, USA, Australia, Francia con 201 cm; Eslovenia, España, Ucrania y Brasil con 200 cm; Finlandia con 199 cm; Puerto Rico, Argentina e Irán con 198 cm; Méjico con 197 cm; Nueva Zelanda, Angola y Egipto con 196 cm; República Dominicana con 195 cm; Corea con 194 cm; y por último la selección con una menor talla fue la de Filipinas con 191 cm. Sin embargo sólo un 2 % de la población española estaría por encima de la media del equipo filipino.
Los cuatro equipos finalistas, USA, Lituania, Francia y Serbia se encuentran entre las selecciones que tienen la talla más alta, estando la media de los cuartos de final en 201,5 cm. En esta ocasión si podemos decir que la talla parece de suma importancia para alcanzar el éxito en este deporte.