Ante las altas temperaturas que se están registrando en España en estas últimas semanas, desde el Centro de Medicina del Deporte de la Agencia Española de protección de la Salud en el Deporte se quiere recordar la importancia de una buena aclimatación y de la hidratación correcta con la bebida adecuada, durante los entrenamientos y la competición.

Desde el punto de vista adaptativo, la respuesta del organismo durante la actividad física intensa se basa fundamentalmente en el aumento de la producción de sudor, con el fin de eliminar el exceso de calor generado por el cuerpo. El sudor contiene sobre todo agua, sodio y pequeñas concentraciones de otras sustancias como potasio, hierro y calcio. Durante el ejercicio físico se pueden incrementar en gran medida las pérdidas de agua y sodio a través de la piel.

La deshidratación progresiva durante el entrenamiento o la competición es frecuente, puesto que muchos deportistas no ingieren suficiente cantidad de líquidos para reponer las pérdidas de agua y de electrolitos a través del sudor. Esto no sólo va a producir una disminución del rendimiento físico, sino que además aumenta el riesgo de lesiones, y puede poner en juego la salud, e incluso la vida del deportista. Por este motivo es muy importante elaborar una estrategia capaz de mantener un nivel corporal óptimo de agua y electrolitos mientras se hace ejercicio.

Una alteración que se puede dar como consecuencia de una mala estrategia de hidratación es la intoxicación acuosa o hiperhidratación, con hiponatremia (descenso de sodio en sangre). Se ha descrito en competiciones de larga duración, en las que algún participante, de forma errónea, bebe un exceso de agua, y no ingiere sodio. Los síntomas consisten en: cefalea, náuseas, vómitos, debilidad desorientación, lenguaje incomprensible, confusión mental, convulsiones, edema cerebral de pulmón, y coma.

La persona que hace deporte durante un tiempo prolongado, en ambiente caluroso debe beber líquidos que, además de hidratar, aporten sales minerales –principalmente sodio- e hidratos de carbono de absorción rápida. La bebida debe tener una osmolalidad idónea (isotónica o ligeramente hipotónica), lo que aumenta su absorción y permite mantener el rendimiento y sobre todo, protege la salud durante la práctica del deporte.

Es importante que el deportista conozca los protocolos correctos de aclimatación en ambientes calurosos y las pautas de hidratación antes, durante y después de la actividad física.

 SOBRE EL AUTOR

CSD

 Dra. Nieves Palacios

Servicio de Medicina, Endocrinología y Nutrición.

Centro de Medicina del Deporte.