Numerosos estudios científicos han demostrado que el ejercicio físico mejora la salud y el bienestar de las personas. Hacer deporte a nivel recreacional no sólo contribuye a desarrollar y conservar en buen estado huesos, músculos y articulaciones sino que también estimula el metabolismo y el sistema inmunológico, retrasa el envejecimiento, mejora el aspecto físico, regula la tensión arterial y los índices de glucosa y grasas en la sangre, genera una sensación de placer debido a que  provoca una liberación de endorfinas por parte del SNC, reduce la ansiedad y el estrés, mejora la calidad del sueño y ayuda a prevenir numerosas enfermedades.

En definitiva, la actividad física beneficia a cuerpo y mente y aumenta nuestra calidad de vida. Pero, ¿qué ocurre cuando se padece una enfermedad crónica, como asma o diabetes? ¿Es compatible con la práctica deportiva? ¿Hacer ejercicio beneficia o perjudica al paciente? ¿Qué deportes son aconsejables y cuáles no? Y si el afectado es un deportista de élite, ¿puede medicarse sin riesgo de ser sancionado por dopaje?

En este post responderemos a estas preguntas y demostraremos que, con ciertas precauciones, un enfermo crónico también puede disfrutar y vivir el deporte e incluso competir al más alto nivel.

Enfermedades crónicas más frecuentes

DIABETESdeporte-y-enfermedades-crónicas-diabetes

La diabetes  se genera  cuando el páncreas no es capaz de producir la cantidad necesaria de insulina. Esta hormona es la responsable de transportar la glucosa de la sangre a las células (donde será utilizada o almacenada) y, por tanto, de mantener un correcto nivel de la misma en sangre,. Esto es lo que conocemos como glucemia.

Esta enfermedad no supone ningún impedimento para la práctica de ejercicio físico. El gasto energético disminuye la glucemia y, como consecuencia, la necesidad de insulina. No obstante, es imprescindible seguir algunos consejos para la práctica de ejercicio en caso de padecer diabetes:

  • Conocer de antemano la intensidad y duración del esfuerzo físico que se prevé realizar.
  • Aplicar las correcciones necesarias en la alimentación y la dosis de insulina (sobre todo, si el esfuerzo será intenso).
  • Intensificar los controles para evitar una crisis de hipoglucemia o hiperglucemia.

Deportes recomendados: con las precauciones debidas, son los siguientes: atletismo, natación, tenis, deportes de equipo (fútbol, baloncesto, voleibol…), etc.

Deportes contraindicados: aquellos en los que una repentina bajada de la glucemia pueda poner en peligro la vida de la persona (submarinismo, motocross, paracaidismo…) y los deportes de combate (boxeo, artes marciales).

Si estás interesado en conocer más sobre deporte y diabetes, puedes entrar en contacto con Diatlétic , un movimiento surgido de la Fundación para la Diabetes. Este movimiento es un punto de encuentro para deportistas con diabetes que practican todo tipo de deportes como atletismo, triatlón, natación, fútbol, senderismo, etc., donde comparten consejos y experiencias y, sobre todo,  transmiten a la sociedad la importancia del deporte como forma de prevenir y controlar la diabetes.

ASMAdeporte-y-enfermedades-crónicas-asma

El asma es una enfermedad crónica que inflama y, por tanto reduce el calibre de las vías respiratorias haciéndolas muy sensibles a estímulos externos (alérgenos, olores, polvo, contaminación…), Todo esto produce dificultad respiratoria, tos, sibilancias, y como consecuencia, fatiga.

De unos años a aquí los médicos recomiendan a los asmáticos la práctica de actividad física  puesto que ayuda a controlar la enfermedad  mejorando el umbral de las crisis. Si se vigila y controla (generalmente, mediante la inhalación de broncodilatadores y evitando los factores que la provocan), el padecimiento de dicha enfermedad no impide en absoluto la práctica deportiva. De hecho, muchos deportistas de alto nivel lo sufren.

Es un trastorno muy común  que afecta a cerca de un 7% de la población Un porcentaje muy similar es el  que se da entre los deportistas profesionales. Dado que los medicamentos contra el asma ayudan a aumentar la capacidad pulmonar, es frecuente que recaigan sospechas de dopaje sobre los deportistas que lo padecen . Nada más lejos de la realidad. Los controles son muy rigurosos. Se requiere el diagnóstico de un médico y la posterior Autorización para Uso Terapéutico (AUT), otorgada por un Comité de expertos en la materia.  Las sustancias y dosis permitidas están limitadas para no proporcionar a estos deportistas ninguna ventaja extra frente a sus rivales.

Deportes recomendados: los que requieren un esfuerzo físico corto y explosivo (carreras de velocidad, lanzamientos…) o permiten numerosos momentos de relajación (fútbol, baloncesto, béisbol, tenis…). En especial, es muy aconsejable la natación, ya que se realiza en un ambiente húmedo y cálido, lo que disminuye el riesgo de las crisis asmáticas.

Deportes desaconsejados: los que requieren un esfuerzo intenso y prolongado en el tiempo, sobre todo si se desarrollan en ambientes secos y/o fríos: maratón, carreras de fondo, esquí… No obstante, bajo un adecuado control médico, se puede practicar casi cualquier deporte.

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARESdeporte-y-enfermedades-crónicas-corazón

Bajo este término englobamos todos aquellos trastornos relacionados con el corazón y los vasos sanguíneos. Abarca desde las afecciones cardiacas a la hipertensión, arterioesclerosis, enfermedades vasculares, etc.

El abanico es muy amplio y, aunque cada caso dependerá de factores como la edad del paciente o la gravedad de su problema, hay algo que no debemos olvidar: el cuerpo humano está diseñado para moverse, y el ejercicio físico controlado siempre es beneficioso para el sistema cardiovascular ya que incrementa el ritmo cardíaco y el consumo de oxígeno produciendo a su vez un aumento del retorno venoso

Aunque existen dolencias congénitas o muy graves que son incompatibles con la práctica deportiva profesional, la mayoría de estas enfermedades pueden aliviarse y mejorar mediante la actividad física, siempre que se realicen de forma controlada, progresiva y bajo control médico.

Ejercicios aconsejables: caminar, carrera continua ligera, ciclismo de mantenimiento, remo, esquí, golf y muchos otros, siempre con una intensidad suave o moderada.

No recomendados: el ejercicio físico violento e intenso, los deportes de resistencia y los que exijan sobreesfuerzos, ya que puedan causar una crisis cardiaca.

OTRAS ENFERMEDADES

Además de las mencionadas, existen innumerables dolencias crónicas que pueden afectar al ser humano. Cánceres y tumores, enfermedades mentales, el VIH, epilepsia, enfermedades autoinmunes como lupus, esclerosis, fibromialgia, etc.

En cualquier caso, aunque a veces la enfermedad puede impedir la práctica deportiva profesional, el ejercicio controlado casi siempre será saludable para todo tipo de personas ya que provoca una serie de beneficios físicos y psicológicos

La mejor recomendación es consultar al médico para que éste establezca unos ejercicios acordes a las características de cada uno. Lo importante es que la práctica de actividad física, en mayor o menor medida, se mantenga a lo largo de toda la vida.

La historia del deporte está llena de héroes y heroínas que se enfrentaron a sus problemas físicos, lograron superar sus límites y se convirtieron en grandes deportistas. Ese será el tema de la segunda parte de este post.